PORTADA
RIOSECO
CULTURA
DEPORTES
SOCIEDAD
EDUCACIÓN
SEMANA SANTA
TV/RADIO
OTRAS VOCES
San Juan 2013 ya no tiene marcha atrás. El chupinazo encendido por las ‘chicas de oro’ de la Escuela Municipal de Gimnasia Rítmica dio el pistoletazo de salida a cinco días de diversión, fiesta y, en algunos casos, desenfreno. La directora de las gimnastas y algunas de las deportistas riosecanas, desearon unas felices fiestas desde el balcón del Ayuntamiento y animaron a sus vecinos a disfrutar de las actividades programadas. Fue entonces cuando el cohete anunció que las fiestas sanjuaneras inundaban la localidad.
Pero antes, los más pequeños pudieron disfrutar del pequechupinazo y como es habitual en los últimos años de un divertido y animado encierro infantil con tirotateiro, en la calle Mayor. Una de las novedades fue el inicio de las fiestas con la electrocharanga Lokomotores que fue recogiendo a las diversas peñas para concentrarse en la Plaza Mayor.
Allí comenzó el desfile de peñas y de carrozas, con media docena de instalaciones móviles, que recorrieron la calle Mayor hasta llegar a la calle Castilviejo, donde se inició el primer encierro urbano programado. No hubo que lamentar ningún herido, aunque se produjo un buen susto. A mitad del recorrido una vaquilla arroyó a un joven, con tan mala suerte que se golpeó bruscamente en el costado contra un bolardo de metal, en un bordillo, existente junto al mesón Villa.
A pesar de lo aparatoso del trompazo, los servicios médicos confirmaron a lavozderioseco.com que el joven no presentaba ningún daño, más que algún que otro rasguño. La suelta de vaquillas en la plaza de toros puso punto y final al primero de los festejos taurinos programados.
La primera noche de fiestas, a ritmo de King África
La actuación de King África fue el plato fuerte de la primera de las noches festivas sanjuaneras. El showman, con su habitual atuendo, no defraudó y fue desgranando alguno de los éxitos como El Africano, Buena Onda o Bomba, ante un mercado de ganado que no registró mal aforo. Una discomovida y sobre todo la animación en las peñas risoecanas, hizo que a alguno la noche se le hiciera larga, o corta, según se mire.
