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Más de un centenar de valientes, concretamente 130 ciclistas, lograron el pasado sábado completar la primera edición del Gran Premio Canal de Castilla que recorrió 228 kilómetros en un trayecto por los pueblos ribereños que baña el Canal con salida y llegada en la dársena riosecana. A las 8 de la mañana los aficionados a las dos ruedas partían de la Ciudad de los Almirantes en una dura marcha cicloturista que mezcló el asfalto con las sirgas y que se agravó por el fuerte viento reinante durante toda la prueba, con más de 140 kilómetros de viento de cara, lo que convirtió a los ciclistas en auténticos héroes.
Los primeros corredores llegaron pasadas las tres de la tarde tras discurrir por Rioseco, Montealegre, Ampudia, Villumbrales, Frómista, Palencia, Dueñas, Cigales, Mucientes y de nuevo a Rioseco y aunque la prueba no tenía carácter competitivo, el riosecano Rubén García tuvo el privilegio de entrar en la meta en segunda posición y eso que una desafortunada caída, en el Puente de Villalón a tan sólo dos kilómetros de la llegada le privó de ser primero. Los últimos corredores en llegar a la dársena riosecana lo hicieron superadas las doce horas sobre sus bicicletas. Una buena ducha y una catering en el polideportivo les esperaba para reconfortar el esfuerzo.
El alcalde de Rioseco, Artemio Domínguez, durante la entrega simbólica de premios explicó que se sentía enormemente satisfecho de que el Canal una vez más se haya convertido en el epicentro de un acontecimiento de esta magnitud. “Todavía no conocemos los límites que tiene el Canal en cuanto a turismo y atracción y la bicicleta es un instrumento indispensable para andar el Canal”, dijo Domínguez, quien auguró que el Gran Premio Canal de Castilla “puede convertirse en una clásica a nivel internacional”.
Por su parte, Víctor Martínez, organizador del Gran Premio, se mostraba muy satisfecho por el resultado de la prueba. “Hemos hablado con muchos de los participantes que nos decían que hemos conseguido hacer algo diferente, no conocido en España y que no tenemos nada que envidiar a otras grandes clásicas europeas”. Martínez destacó también el que esta marca no tenga carácter competitivo y la implicación de los habitantes de los municipios por los que ha discurrido. “Ha sido emocionante ver como los vecinos aplaudían al paso de los ciclistas, y como algunos se paraban cinco minutos a charlar con ellos. Eso en otras pruebas no ocurre porque es una carrera y prima la competición”.
Encuentro de Bicis Clásicas y programa de La Voz Radio
Pero además de esta marcha cicloturista, plato fuerte del Gran Premio, la dársena del Canal de Castilla acogió otros dos eventos, cuanto menos, curiosos. A la misma hora que la salida de la prueba de 228 kilómetros, partía una marcha de 66 kilómetros que llegaba a Ampudia con bicicletas retro, de la década de los 70 y 80. Aunque el acontecimiento que más llamó la atención fue el encuentro de bicicletas clásicas que paseó por las calles de Rioseco. Joyas de dos ruedas desde finales del siglo XIX, primeras décadas del pasado siglo XX y hasta los años 50 conducidas por sus dueños que vestían el atuendo típico de la época y los que no escatimaron en meterse en su papel. Entre la veintena de participantes hubo uno muy especial; el concejal de cultura, David Esteban, quiso ser uno más y fue tan gratificante la experiencia que aseguró que repetirá. La Voz Radio de este diario digital no quiso ser ajeno a este acontecimiento y durante una hora en la dársena del Canal de Castilla emitió un programa radiofónico con todo lo que dio de sí El Gran Premio Canal de Castilla y que ahora se puede escuchar aquí. Por los micrófonos de La Voz Radio fueron pasando diferentes invitados, miembros de la organización y especialmente ciclistas que llegaban a la meta exhaustos y que contaban su experiencia en vivo y en directo.
