Son vísperas de que comience la siega. La mies ha madurado y está lista para recoger el fruto que se convertirá en harina. Sin embargo la cosecha de este año no será buena. Así al menos lo dicen los agricultores, que sufrieron uno de los inviernos más secos que se recuerdan. Con la llegada de la Semana Santa las lluvias hicieron acto de presencia y parece que salvaron la situación agónica que vivían los campos de la comarca. Sin embargo, de nuevo, la falta de lluvias en los últimos meses y días con temperaturas veraniegas en pleno mes de mayo provocará que la recogida, en esta ocasión, no sea la deseada. Incluso en algunas zonas de la provincia se ha adelantado la siega para intentar salvar el rendimiento y que el calor no achicharre la mies. Desde La Voz, al menos, nos quedamos con esta preciosa estampa de la espiga ya madura esperando su recogida, probablemente para después de la festividad de San Juan y San Pedro, como manda el milenario arte de la labranza.
La espiga madura espera ya la inminente siega
Ángel Vázquez