La iglesia de San Pedro Mártir de Medina de Rioseco volverá a abrir sus puertas al culto en el próximo invierno gracias a la segunda fase de su restauración, que se iniciará en el mes de mayo, promovida por la Asociación para la Restauración y Conservación de los Templos y la Parroquia de Santa María y Santiago. Fue en el año 2007 cuando la antigua iglesia del convento de los dominicos perdió el culto tras la marcha de los Misioneros Claretianos, que habían a la ciudad llegado en 1894.
Las obras se centrarán en el interior de la iglesia del siglo XVI con la instalación de un nuevo sistema de calefacción en todo el espacio, la renovación de la instalación eléctrica, la reforma del presbiterio con la utilización de mármol y la construcción de un servicio en la sacristía. Además, se recuperará la puerta principal de entrada al templo, para lo que habrá que instalar una rampa de acceso para cumplir con la ley de accesibilidad, a la vez que habrá que bajar el piso del espacio de entrada con el fin de que pueda acceder al interior el paso del Cristo de los Afligidos, que se expondrá con tablero en su capilla sin necesidad de que sea desmontado.
El objetivo último es «tener una iglesia adaptada a los nuevos tiempos de la liturgia y que tenga las comodidades suficientes, en especial para los meses de invierno», señaló el presidente de la Asociación Protemplos, Antonio Santamaría. De hecho, esta iglesia, que contará con medios audiovisuales, centralizará el culto durante los meses de frío, dejando las de Santa María y Santiago para los meses de verano, además de seguir siendo visitables durante todo el año de cara al turismo. «Todo sin impedimento para que estas iglesias pudieses acoger en invierno una celebración religiosas si fuera necesario», destacó Santamaría, quien también quiso indicar la importancia de poner en valor una iglesia de gran valor artístico e histórico.
El coste total de la intervención es de 140.000 euros, que serán financiados a través de distintos donativos y de un préstamo de 95.000 euros, que adelantará, sin intereses, el Arzobispado de Valladolid para ser devuelto entre 10 y 12 años. Hay que recordar que la Asociación para la Restauración y Conservación de los Templos promovió entre 2007 y 2008 la primera fase de restauración de la iglesia, que se centró en la renovación de la cubierta, la demolición de la torre, que databa de principios del siglo XX, y la limpieza de las dos fachadas. La Consejería de Fomento con 232.444, los Misioneros Claretianos con 18.000 euros y el Arzobispado de Valladolid con 48.000 euros aportaron los 298.555 euros del coste de las obras.