¿El porqué de Los cuadernos del naturalista? Con este trabajo queremos iniciar una serie de artículos referidos a árboles y plantas herbáceas de carácter singular, que nos encontramos tanto en el entorno urbano de la ciudad, como en los espacios naturales cercanos: campos, montes, riberas etc. Son muchas las especies vegetales de las que tenemos conocimiento, pero nos fijaremos en primer lugar, en aquellas que pueblan nuestros parques, jardines y calles, por ser las que tenemos más cercanas y luego, en aquellas que se sitúan en algunos de nuestros hermosos espacios naturales cercanos: Canal de Castilla, ribera del río Sequillo…Teniendo en cuenta en su singularidad aspectos tales como su tamaño, carácter medicinal, su procedencia alóctona y otros que puedan servir como conocimiento y aprendizaje. Todo ello desde un marcado carácter pedagógico, sencillo de conocer y ver. En la medida de lo posible situaremos al árbol o a la planta en el lugar donde nos la podemos encontrar: calle, plaza, jardín, parque etc. Y haremos un análisis en forma de sencilla ficha de sus características, hábitat, origen, curiosidades etc. Con la aportación fotográfica correspondiente para su reconocimiento y situación.
Árbol: TILO
En la céntrica plaza de la Solidaridad junto al aparcamiento nos encontramos con siete ejemplares de Tilo.
Nombre y características botánicas: El Tilo (Tilia platyphyllos Scop), es un árbol perteneciente a la familia de las Tiliáceas. De hojas simples y alternas, grandes en forma de corazón, con el borde finamente aserrado y con los nervios muy marcados por la cara inferior e inflorescencias de flores hermafroditas, pequeñas de color blanco cremoso o amarillo, muy olorosas, dispuestas en ramilletes sobre un largo pedúnculo. Contienen una esencia azucarada muy apreciada por las abejas. Siendo la miel de Tilo, particularmente dulce y aromática. Las semillas de Tilo contienen un aceite fino de sabor similar al de oliva. Los frutos pueden ser muy variados tanto secos como carnosos y tanto dehiscentes como indehiscentes. De origen fundamentalmente tropical que incluye 50 géneros y unas 500 especies de distribución mundial con algunas, como las del género Tilia, situadas en regiones templadas del planeta. Es un árbol robusto de hoja caduca que puede llegar a medir hasta 30 metros de altura. Tronco recto y recio con corteza gris que puede ser lisa o resquebrajada. De capa amplia, ramosa, de follaje apretado.
Hábitat y Ecología:
Prefiere bosques frescos y algo umbrosos, a menudo en barrancos, en hoces, incluso al pie de cantiles rocosos. En Castilla y León los tilos se extienden por las montañas septentrionales, prefiriendo terrenos calizos. Se mezclan en los bosques con bojes, avellanos, robles, hayas y fresnos. Bien plantado crece bien en las provincias de Burgos y Palencia, incluso en terrenos frescos y plazas de Tierra de Campos, como los ejemplares que tenemos en Rioseco. También se desarrolla en bordes de caminos y de vegas.
Usos y Etnografía: La tila es muy apreciada como calmante de nervios y su uso en infusión en dolencias tales como: hipertensión, arterias endurecidas, dolencias cardiovasculares, resfriados, gripe, jaquecas y trastornos digestivos. Se cuenta que por el mero hecho de descansar debajo de un Tilo en época de floración ya se perciben y aprovechan sus saludables efectos. En ocasiones se rellenan las almohadas con flor de Lavanda y flor de Tilo a partes iguales para combatir el insomnio. Las flores poseen efectos narcóticos si se recogen muy maduras, por lo que se recomienda recoger las flores nada más abrirse, utilizadas juntamente con las de Saúco estimulan las defensas del organismo. La madera es de color amarillo pálido, rosada o blanquecina, moderadamente dura, ligera y estable. Se emplea para realizar tableros de ajedrez, útiles de cocina, teclas de piano, hormas de zapatos y en la fabricación de juguetes, pinceles, bobinas, tonelería, prótesis, ruecas, maniquíes. Se utilizó mucho en las estructuras de los aeroplanos de la II Guerra Mundial. Con su corteza se fabrican cuerdas, esteras, redes para pescar, sandalias de cordones trenzados etc. En la Edad Media, sirvió para recubrir los escudos de guerra y el interior de los cascos y armaduras de los guerreros. La leña es de regular calidad pero excelente para realizar carbón vegetal y antiguamente se utilizaba para fabricar pólvora. En terrenos calizos, se asocia en simbiosis con la apreciada trufa negra.
Es uno de los árboles europeos más longevos, capaz de superar los 1.000 años de edad. Admite bien la poda severa y el desmoche, se multiplica por semilla en primavera, así como por estaca verde procedente de brotes chupones en primavera y verano. Produce una secreción dulce muy característica, al ser atacado por los pulgones que hacen gotear una melaza fuerte que mancha el suelo y los coches en las calles, como sucede con otras especies de árboles como la Catalpa. También sufren el ataque de la Araña roja, como se comprueba al poner un papel sobre el envés de sus hojas y observar puntos pequeños rojos. En la sierra de la Demanda (Burgos), aparecen topónimos del antiguo y sonoro vascuence castellano como Esquizaga, Esquiza, Esqueta y Esquidia (que significan “grupos de tilos”), Esquizalaya (“el campo de los tilos”) etc.