Queridos José Ángel Gallego y David Carpintero Gil:
Esto es una faena mayúscula. Desde nuestra comprensión de que vuestros compromisos laborales os impiden continuar con este proyecto de La Voz de Rioseco, dejadnos que nos lamentemos personalmente, y que nos lamentemos en nombre de tantos lectores. La Voz de Rioseco no era solo el diario digital de una ciudad –que lo era, con mucha dignidad- sino también era la crónica diaria de los sucesos de una localidad, de su gente, de sus inquietudes, de sus hazañas… Todo eso queda reflejado en estos ocho años de información, que deseamos sea preservado para el futuro. ¿No puede perderse de ninguna manera!
Además de lo puramente informativo, ha sido también un vehículo para opiniones, reportajes, artículos, de un sinfín de campos: cultural, naturalista, cinematográfico, literario, etnográficos, donde personas de gran valía, y de forma desinteresada, han vertido sus conocimientos, y estos, a su vez, han estado a disposición del lector discreto.
Y un espacio, además, propicio para el encuentro entre los riosecanos que viven en la localidad y aquellos que viven en la diáspora. Os echaremos de menos, pero sobre todo, nos estaremos en contacto con lo que ocurre en el pueblo y su gente de la misma forma que lo hemos estado en estos años.
La labor de La voz de Rioseco ha sido descomunal. Nada podrá sustituirla salvo la misma Voz. La echaremos de menos. Y lamentamos que nada haya podido impedirlo. Esta es una llamada a las autoridades competentes y a los particulares que pudieran estar dispuesto a habilitar algún tipo de suscripción.
Nos pilláis por sorpresa y sin poder reaccionar. Lástima.
La Voz de Rioseco calla –por ahora– ¡Viva La Voz de Rioseco!
Un abrazo de vuestros colaboradores y amigos
Gonzalo Franco Blanco
Luis Ángel Lobato Valdés
Gonzalo Franco Blanco y Luis Ángel Lobato han sido los encargados en los últimos años de alimentar la sección cultural de CINEMARAVILLAS, con críticas cinematográficas de los clásicos del Séptimo Arte y de los estrenos en cartelera.