“Hay amores que matan”, a todos nos suena la expresión ¿verdad?. Cuántos hay desgraciadamente, que quieren mucho a alguien o a algo y sin embargo consciente o inconscientemente le están haciendo mucho daño.
No seré yo el que diga que las personas que hoy representan al C.D. Rioseco Jugadores, entrenadores, directivos, aficionados, …) no lo quieran, me consta incluso que a muchos les duele y lo pasan mal cuando las cosas no van bien. Pero ¿ese quererlo tanto tiene que llevar consigo el ataque, el castigo, llegando incluso a rozar la humillación, al que han estado expuestos los miembros del cuerpo técnico del primer equipo?
Supongo que no sea para estar contentos, lo digo por aquellos que tras tanta presión crean hayan conseguido su objetivo, que no se alegren porque Dani, David y Acuña no han abandonado fruto de esas presiones.
Han luchado muchas semanas por enderezar el rumbo de la primera plantilla, y ahora han decidido no prolongar la agonía de una relación, la de técnicos y jugadores, que en ningún momento ha cuajado. Una falta de sintonía y unión tan necesaria en el fútbol para ganar partidos.
Ya sé, ya sé…con buena voluntad, etc…no se ganan partidos. Lo reconocen no han conectado con la plantilla, no han sabido imponer su filosofía, los resultados deportivos son malos…
Pero llegar a tanto no creo que sea justo. Detrás de tanta crítica ¿alguien se ha parado a analizar el trabajo desarrollado desde su llegada en el mes de agosto?. Yo si les voy a analizar el trabajo, señores un 10.
No considero que hayan abandonado, pienso se han sacrificado por el club, al que han dado mucho desde su llegada. No han sido egoístas y prefieren dejar que vengan otros que puedan reconducir la situación.
Se han ido y de una forma exquisita. Dani, David y Acuña desde aquí y públicamente mi sincera gratitud por el trabajo realizado. Para muchos sois unos señores, de esas personas honestas, honradas e íntegras que desgraciadamente parece que no tienen sitio en el mundo del fútbol.Sin duda los malos resultados deportivos han pesado como una losa en el vestuario del primer equipo del Club Deportivo Rioseco. Lo que en verano comenzó como un proyecto ilusionante, se ha visto esta semana truncado por la decisión del cuerpo técnico de dimitir de sus cargos. El técnico, Daniel Juan Sánchez, su ayudante David Bombin y el preparador físico David Acuña creyeron conveniente dar por finalizada su relación con el club para no seguir prolongando la mala situación deportiva.
Una difícil situación que por supuesto tenía y tiene solución, pero que inevitablemente pasa por la unión de todos, directiva, cuerpo técnico, jugadores y aficionados.
La falta de sintonía de muchos de esos protagonistas, algo tan necesario en un estamento deportivo de estas características, ha llegado incluso a perjudicar el ambiente. Decir, que en el vestuario no se ha vivido ninguna situación desagradable, la educación ha primado por encima de todo, solamente que la unión necesaria para trabajar en equipo no se ha producido a lo largo de estos meses.
Así lo han entendido los técnicos que con un verdadero gesto de responsabilidad y profesionalidad han creído más justo dejar que otras personas vengan a aportar lo que quizás ellos no han sabido transmitir a su plantilla. Eso quizás con buenos resultados al comienzo se podría haber reconducido pero la mala situación deportiva ha pesado demasiado.
Ha faltado solamente eso, sintonía y unión entre unos y otros porque lo que es innegable es la voluntad, el sacrificio, y el trabajo desarrollado desde que en pretemporada se hicieran con las riendas del equipo.
La directiva trabaja ya en la contratación de un nuevo técnico, un revulsivo que sea capaz de ilusionar de nuevo a los muchos que siguen creyendo en el proyecto.
Hasta entonces técnicos de las categorías inferiores dirigirán al equipo, que con muchas ganas sigue entrenado para dar la vuelta a la situación. La unión del vestuario y el apoyo incondicional de todos hará las cosas más fáciles, y por supuesto una victoria el próximo domingo en casa pondría mucha luz en el camino.