La Editorial San Pablo lo publicó en este año 2011 y ya ha aparecido la segunda edición: Un fraile vestido de cardenal. Conversaciones con Carlos Amigo Vallejo. Diré -con gracejo- que en la fotografía de la portada no sale vestido ni de fraile franciscano menor ni con los capisayos propios de un cardenal, sino de clerman con alzacuello y se aprecia parte de la cadena de la cruz pectoral.
El título recoge una de las definiciones que de sí mismo hizo el purpurado. Don Francisco Vázquez y Vázquez, embajador de España cerca de la Santa Sede antes que la actual embajadora, escribe el prólogo de este libro; diciendo, entre otras cosas, que “es uno de los eclesiásticos más dedicado al estudio y al conocimiento, con un sentido profundo de la espiritualidad, uno de los mejores oradores sagrados de España tanto por la forma como por el fondo de sus profundas homilías, con humildad franciscana y elegancia personal, de gran inquietud misionera, identificado de pensamiento con las preocupaciones del actual papa Benedicto XVI…” y concluye: “Don Carlos quiere mucho a Galicia y le encanta pasar temporadas en mi tierra, de la que guarda un gratísimo recuerdo, aunque, a pesar de todo, para nuestro querido cardenal el mundo sigue siendo simplemente un arrabal de Medina de Rioseco. Castellano, sevillano, gallego, romano…, Don Carlos, en definitiva, forma parte de todos y por todos es querido”.
En el epílogo del libro, el cardenal y arzobispo de Tegucigalpa (Honduras) Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga afirma, entre otras cosas, que: “Don Carlos habla desde las alturas. No solamente porque el Señor le dio una estatura física muy respetable, sino, sobre todo, por la estatura cultural, teológica y espiritual que admiramos en él los que le conocemos”.
Nuestro cardenal ha escrito hasta la fecha una treintena de libros e innumerables artículos; por ejemplo, es colaborador habitual en la famosa revista religiosa semanal Vida Nueva bajo el epígrafe Con la mirada puesta. El libro, del que vengo tratando, no está escrito por él, pero recoge lo que él ha dicho sobre numerosos temas: la vida y la vocación, la política y la sociedad, la fe y la cultura, Dios y la Iglesia, el ecumenismo y el diálogo interreligioso, la ética y la moral… En cada uno de estos capítulos o apartados generales se abordan muy variados temas concretos. Pero no se trata de un libro a modo de diccionario, en el que buscar aisladamente una palabra o un tema. Según los críticos, nada desentona en sus respuestas de cuanto dice el franciscano y arzobispo emérito de Sevilla; sus afirmaciones y opiniones no se salen de la ortodoxia que cabe esperar de un cardenal de la Santa Iglesia Católica y Apostólica.
El periodista y franciscano conventual Luis Esteban Larra Lomas fue quien le entrevistó en seis largos encuentros. A los cardenales también se les llama príncipes de la Iglesia; por eso cuando el entrevistador le preguntó sobre ello, Don Carlos Amigo Vallejo respondió: “Nunca me he sentido príncipe de la Iglesia como tal. Como mucho, príncipe en el sentido, si se quiere, de la obligación, pero no de la categoría…..Dicho quizás en un tono un poco humorístico, soy un franciscano vestido de cardenal”.