El 31 de mayo, el IES Campos y Torozos se vistió de gala para despedir con un merecido homenaje a nuestros alumnos de 2º de Bachillerato. Una despedida que venía fraguándose desde hace unas semanas con los trabajos de decoración del Teatro Principal, pues por primera vez se había decidido celebrar allí este acto. Teresa Burgueño, acompañada de los propios alumnos de Bachillerato y de todo un ejército de alumnos de 1º de ESO se ha encargado de dar forma a una decoración que recibió los halagos del teniente de Alcalde, David Esteban, y de todo el que pudo verlo. También habían preparado un photocall en el Instituto, en el que los alumnos fueron fotografiados por Justino Rodríguez, siempre encantado de volver a su antiguo centro.
El acto comenzó con los discursos de David Esteban, y del director del Centro, Felipe Martín. Ambos insistieron en la necesidad del esfuerzo y del trabajo para poder alcanzar el objetivo último, que no es otro que la felicidad. Y encargaron a nuestros alumnos una difícil misión: ser los representantes del Instituto y de Medina de Rioseco allá donde fueran a estudiar, a trabajar o a vivir. Se agradeció la labor de las familias, de los profesores y de los propios alumnos que se han esforzado mucho y ahora van a poder recoger los frutos.
A continuación tuvimos una actuación musical de dos de las alumnas de 2º de Bachillerato, Ángela Cordero y Sara Gallego, que interpretaron dos fragmentos de bandas sonoras. Primero a la trompeta y el piano, tocaron Palmeras en la nieve de Lucas Vidal y Pablo Alborán; y después, Braveheart, con piano y flauta travesera. Se intercambiaban el piano como si fueran cromos y el resultado fue perfecto.
Cuatro alumnos, dos de Ciencias: Inés Álvarez y Víctor López; y dos de Humanidades y Ciencias Sociales: Alicia Gallego y Clara Martín, recitaron discursos en los que recordaban su paso por el Instituto, anécdotas sobre diferentes profesores, sus relaciones de compañerismo… discursos muy sentidos en los que ya aparecieron las primeras lagrimitas. Y no es para menos, para ellos es un punto y final a una etapa, un cierre definitivo a la niñez y a la protección de una institución como es el instituto, como ya les había recordado el director.
Todavía faltaba la entrega de bandas, pero antes Juan Manuel Rabanal fue llamado por la presentadora, Adela Alfageme, para decir unas palabras ante su inminente paso a “mejor vida”, la de la jubilación. En un discurso muy emocionado, Juan Manuel agradeció el acogimiento y buen trato que siempre ha sentido en Medina de Rioseco. Esto quedó demostrado momentos después, cuando los alumnos de Ciencias le entregaron un regalo y un ramo de flores para homenajearlo.
Tras la presentación de las dos tutoras de este curso en Segundo de Bachillerato, Asunción Mediavilla y Edith González, se pasó al acto central de entrega de bandas y orlas. Todos los alumnos pasaron por el escenario muy elegantes. No podía ser de otra manera. Era su día y estaban felices.
Uno de los momentos más emocionantes de la tarde tuvo lugar con la proyección del vídeo que Víctor López había preparado. He dicho que llevaba semanas fraguándose esta despedida, pero Víctor llevaba meses elaborando un vídeo que incluía fotos de todos sus compañeros desde su nacimiento hasta este último curso. Un vídeo emotivo, divertido y lleno de guiños a su generación y a su grupo, en el que habían pedido la colaboración de los profesores que les habían impartido clase durante varios cursos. Todos intervinimos encantados. Incluso se acordaron de sus maestros de Primaria, Mónica López Pisano, que intervino con un vídeo; y Sor Eugenia, que les escribió una cariñosa carta. Un trabajo increíble, sin duda. La presentadora había advertido que había que sacar los pañuelos y seguro que muchas lágrimas de emoción llenaron estos momentos. Y muchas de ellas serían de sus profesores, ya que nos demostraron un cariño enorme en todo momento.
Los alumnos también tuvieron un detalle para sus profesores Javier Martínez y Teresa Burgueño por su ayuda y su apoyo. A todos los demás nos lo habían dado por la mañana. Regalos pensados desde el corazón, a cada uno algo relacionado con su personalidad y sus intereses. No creo que podamos devolverles tanto cariño.
El acto del teatro se acabó con unas palabras de agradecimiento y la petición de un fuerte aplauso para los alumnos que tanto han sufrido este curso. Las familias y los profesores lo vivimos con ellos. Y con un invitación a un ágape en el Instituto, donde continuó la fiesta. No podemos cerrar este artículo sin citar a las dos alumnas que ayudaron a que todo fuera perfecto desde el puesto de luz y sonido, Teresa Valdivieso y Lucía Sánchez; y a los dos alumnos que colaboraron en el movimiento de mobiliario, Dayan y Enrique. Gracias a todos por una tarde inolvidable.