La Marcha Solidaria de Manos Unidas, que se celebra tradicionalmente cada primero de mayo, ha sido este año muy poco concurrida. Tan solo una veintena de andarines se han dado cita en esta actividad solidaria que se lleva celebrando en Rioseco durante muchos años, y que este año pretendía recaudar fondos para varios proyectos en la India y Perú.
Como es habitual se habían establecido dos recorridos: uno corto, hasta la Ermita de Castilviejo y uno, más largo, en un trayecto que discurría por la vecina localidad de Villaesper hasta llegar al santuario riosecano. Mariceles Santamaría, una de las organizadoras de la iniciativa solidaria, se extrañaba de la poca participaron respecto a otras ediciones, aunque agradecía el esfuerzo a los andarines inscritos.