Traemos hoy a esta sección un nuevo retrato, esta vez de D. Fadrique II Enríquez de Velasco, cuarto Almirante de Castilla y señor de Medina de Rioseco. Según le describieron las crónicas de la época, era de pequeña estatura, pero de un genio considerable y no dudaba en enviar a la horca, a todos aquellos que trataban de atacarle.
A él se debe la construcción del convento de Santa Clara, de la actual iglesia de Santa María, del palacio, cuyo solar hoy ocupa el Paseo del Duque de Osuna y del Convento de San Francisco. Era primo de Isabel la Católica y tío carnal de Fernando el Católico. Por esa misma razón se puso del lado del emperador Carlos, durante la Guerra de las Comunidades, lo que le sirvió después para alcanzar grandes privilegios, para sí mismo y para la ciudad (entonces villa) de Rioseco. Durante este enfrentamiento, Medina de Rioseco sufrió el sitio de las tropas comuneras, ya que en su castillo, se habían refugiado, los regentes que el rey Carlos había dejado al mando de su reino en su ausencia, Íñigo Fernández de Velasco, Condestable de Castilla, el cardenal Adriano de Utrech (futuro papa Adriano VI) y el propio Fadrique Enríquez. Es decir, que durante un tiempo, nuestra ciudad actuó como la capital del reino.
Se casó con Ana de Cabrera, condesa de Modica (Sicilia), pero murió sin descendencia, heredando el título de señor de Rioseco y de Almirante, su hermano Fernando, a quien el rey Carlos elevó a Duque de Medina de Rioseco, con Grandeza de España. Su tumba, junto a la de su mujer, se encuentra en la iglesia de San Francisco, siendo el primero de este linaje en ser enterrado en la misma.