La increíble historia del girasol que quería ser torero


«Había una vez un girasol que quería ser torero…» Este bien puede ser el comienzo de una increíble fábula o el encabezamiento que ilustre lo que sugiere esta curiosa fotografía. Los más desconfiados pensarán que se trata de un fotomontaje, pero desde lavozderioseco.com (y además hay testigos) les aseguramos que es tan real como que la planta aún sigue en la plaza de toros de Medina de Rioseco, para provocar sonrisa y sorpresa de cuantos la vean. La historia real puede ser similar a esta: Alguien que durante las fiestas de San Juan en los espectáculos taurinos come pipas (sin curar claro)… Una de las semillas cae… y por cosas del azar queda semienterrada… La lluvia, la casualidad y la naturaleza escriben el resto… No obstante, nosotros optamos más por la fábula y pensamos que el girasol sueña en convertirse en figura del toreo. Enhiesto como una vela, citando al morlaco desde las tablas y desafiando con su amarillo intenso las supersticiones más cerradas de la tauromaquia. ¡Olé!

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