Los blasones de los López de Mella


Teresa Casquete Rodríguez. Historiadora del Arte

Exterior de la capilla de los López de Mella con los blasones familiares
Exterior de la capilla de los López de Mella con los blasones familiares

El recorrido heráldico por Medina de Rioseco nos lleva hoy no a una vivienda, sino a una capilla, o mejor dicho, a lo que queda de ella. Se trata del recinto funerario de los López de Mella, situado bajo la torre del templo de Santa María de Mediavilla y en cuyo muro exterior (el que da a la Calle Santa María) cuelgan los escudos de éste destacado linaje riosecano.

El matrimonio formado por Jerónimo López de Mella y Constanza de Valencia tuvo una numerosa descendencia, entre otros a Ana (mujer de García de Benavente), Leonor, Antonio y Pedro (licenciado y arcipreste en su propia ciudad natal) y de entre ellos el más destacado, Jerónimo López de Mella y Valencia que nació en nuestra ciudad en torno al año 1540. La familia López de Mella pertenecía a la pequeña aristocracia local, formada por hidalgos y mercaderes enriquecidos en las famosas ferias y en el petróleo riosecano de la época: el negocio de la exportación de lanas. Como tal, estaba emparentada con otros linajes locales del mismo nivel social: los Palacios, los Benavente, los Villasante, los Espinosa, los Aguilar o los Beizama.

Jerónimo López de Mella (hijo) tenía otro hermano más llamado Blas López de Mella y Valencia, con quien montó una compañía mercantil y con el que participó en la Guerra de las Alpujarras, ocurrida entre los años 1568 y 71. En la obra “Historia del Rebelión y castigo de los moriscos del Reyno de Granada”, de Luis del Mármol Carvajal, se describe a Jerónimo López de Mella, como “vecino de Medina de Rioseco, hombre caudaloso en aquella tierra”. Se afirma en dicho libro que había acudido a la contienda contra los moriscos rebeldes corriendo con sus propios gastos y los de “ocho escuderos de a caballo y diez arcabuceros de a pie y [que] después se le había acrecentado el número de la gente”.

Blasón de los Mella
Blasón de los Mella

De esta guerra, en la que Jerónimo había tenido un papel destacado a las órdenes de Don Juan de Austria en la localidad de Valdeinfierno, Blas se había traído a Medina de Rioseco como recuerdo a un niño morisco como esclavo. Lo bautizó como cristiano con el nombre de Rafael Hernández y en 1582 lo manumitió, liberándole “de hierros y marcas en el rostro”, basándose para su libertad en que cuando fue apresado tenía tan sólo 5 años y “no haber tenido por ello edad ni juicio para haber cometido alevosía contra el Rey”.

Jerónimo (hijo) se casó con Catalina Gómez, procedente de Villalpando, y con ella tuvo varios hijos, nacidos la mayoría en Medina de Rioseco. Fue Comisionado de la Ciudad de Sevilla y su alhóndiga, con negocios de exportación a Nueva España y entre los años 1584 y 1589 fue alcalde de Valladolid, a donde trasladó después su residencia. Allí formó parte del linaje Reoyo (uno de los dos históricos bandos vallisoletanos, junto al de Tovar, entre los que se repartían los cargos municipales). En 1587 Jerónimo López de Mella figuraba también en la relación de donantes para construir la custodia de plata de Arfe de la catedral de Valladolid y en esa época estaba vinculado a la parroquia de Santiago.

Jerónimo López de Mella y Valencia trató tenazmente de hacerse con la jurisdicción de las localidades de Boada, Pajares y Villamartín de Campos. No lo consiguió, aunque sí logró adquirir numerosas tierras baldías puestas a la venta por el concejo de Castroverde de Campos.

La familia de los López de Mella quedó tras el fallecimiento de este destacado riosecano, vinculada ya a Valladolid. Una hija de Jerónimo, Antonia, fue monja en el convento de San Quirce, un hijo, Alonso, también fue alcalde de esta ciudad en 1605 y otro, Antonio, fue provincial de Castilla de la Orden de San Basilio Magno.

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Blasón de los López de Mella-Valencia

El recinto situado bajo la torre de la iglesia de Santa María, era conocido como la Capilla del Crucifijo o del Cristo de las Aguas y en 1574 había servido como sede para la constitución de la Cofradía de la Quinta Angustia. Éste mismo local fue adquirido por Jerónimo López de Mella en 1581, entregando para ello un censo de 10.000 maravedíes, no sabemos si quien lo adquirió fue Jerónimo padre o hijo, aunque por los blasones externos parece más bien que se trata del primero. Estuvo adornada con un retablo, una reja y un coro alto, de lo que no queda prácticamente nada, ya que la capilla resultó muy dañada con el hundimiento de la torre del templo en 1703.

En la fachada externa de la capilla sepulcral de Jerónimo López de Mella, están colocados los blasones correspondientes a la familia riosecana López de Mella. A la izquierda del óculo, sobre el típico motivo renacentista del cuero recortado, bordeado de una bella guirnalda de máscaras, leones rampantes, granadas y otras frutas, se encuentra el escudo del linaje Mella: en campo de oro un águila de sable (negro), volante, pies y pico de oro y envolviéndola tres fajas de oro y una bordura de plata con ocho leones rampantes de púrpura. A la derecha, con los mismos adornos propios de la heráldica del Renacimiento, se encuentra el blasón del matrimonio de Jerónimo y Constanza, aunque muy desgastado. Se trata de un escudo cuartelado, en el primer cuartel vemos repetido el blasón de los Mella; mientras en el segundo tenemos el de los López: cortado, en el primer cuartel tres árboles arrancados con bordura de diez roeles y en el segundo dos lobos pasantes. En el tercero tenemos el de los Valencia: cuartelado en cruz, en el primero y cuarto cuartel, en oro un águila de sable y en el segundo y tercero, en plata un león de azur (azul). El cuarto cuartel corresponde a un apellido desconocido: cortado, en el primer cuartel tres fajas, en el segundo nueve flores de lis, puestas tres, tres y tres.

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