“Fichar por el CD Rioseco fue un auténtico flechazo”

Javier Yepes quiere que su equipo esté en los puestos más altos de la tabla
El técnico quiere un Rioseco "alegre en el juego, competitivo y con espíritu de lucha"

Una entrevista de Laura Alonso Guerra

La historia de Francisco Javier Yepes Peñas (Valladolid, 1950) es la historia de un acérrimo amante del fútbol. Aunque médico de profesión, Yepes ha dedicado prácticamente la totalidad de su vida al deporte rey y es, sin duda, parte importante de la historia del fútbol vallisoletano. Su romance con el balón comenzó cuando estaba aún en edad Juvenil, en el equipo de su colegio: el San José. Más tarde, militó en las filas del Azor y del Cuéllar, con el que vivió un emocionante ascenso a Primera Preferente, toda una hazaña teniendo en cuenta que por aquel entonces todavía no existía la Segunda B. Fue en este momento cuando decidió marcar un punto de inflexión a su idílica relación con el fútbol. Cambió las botas por la pizarra y comenzó a vivir el fútbol desde la línea del banquillo. Javier Yepes se estrenó como técnico con el Club Deportivo Universitario, equipo que él mismo fundó en el 72 junto a Julio Lasa. Los logros conseguidos con el Universitario (ascendieron desde Segunda Regional a Tercera División año a año) hicieron que en el 80 le llamase el Real Valladolid. Desde ese momento, Yepes compatibilizó la medicina (fue el primer coordinador médico que hubo en Rioseco) con el club blanquivioleta (entrenó a Juvenil, Promesas e incluso al primer equipo en la máxima categoría del fútbol español, fue, a su vez, secretario y gerente). Además, la temporada 95-95 entrenó al Numancia y fue el artífice de la consecución de los títulos de España y Europa conseguidos por la selección de Castilla y León. En 2010 decidió abandonar los terrenos de juego, pero no el fútbol. Así, Yepes a través de sus columnas deportivas en El Norte de Castilla no perdió el contacto con el deporte de su vida y pudo también cumplir un sueño de juventud, que no era otro que ser periodista. Cuando parecía que nunca vas volvería a liderar un equipo, el pasado mes de agosto, el fútbol llamó a su puerta con una oferta que no pudo rechazar: el banquillo del CD Rioseco le estaba esperando.

PREGUNTA.- ¿Cómo fue recibir la llamada del CD Rioseco después de todos estos años sin entrenar?
RESPUESTA.-
En ese momento me di cuenta de que el fútbol, como otras modas, es efímero. O estás en la rueda o estás fuera. Yo dejé el fútbol regional siendo campeón de Europa con la selección de Castilla y León y al año siguiente no me llamó ningún equipo. Un amigo mío, Paco Durán, que es representante catalán, todos los años me prometía un equipo, pero nunca llegábamos a nada. De hecho, este mismo año me habló del Sabadell, pero yo en el fondo sabía que no y le dije a mi mujer: “Esto es que haya un equipo que te llame directamente”. Es un mundo muy difícil o hay alguien que te meta o nada. Entonces, dio la casualidad de que un chico de aquí de Rioseco, Alberto Castaño, un día me dijo: “Qué míster, ¿hay algo?” y cuando le dije que no y me dijo que se lo iba a decir a los del CD Rioseco. Y justo al día siguiente recibí la llamada de Mario Navarro y me quedé muy sorprendido, pero le dije que sí en ese mismo momento.

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En Breve
Mejor momento de su carrera
: La consecución del campeonato de Europa con la Selección de Castilla y León.

 

Peor momento de su carrera: El día del descenso con el primer del Real Valladolid, fue un momento muy amargo. Fue sobre todo el partido contra el Cádiz en casa, que empatamos a dos y si le hubiésemos ganado, no habríamos descendido. Esa es una fecha que me marcó para siempre.

 

Mejor jugador a sus órdenes: Han sido muchos, pero el que más ha sobresalido, que hubiese sido un genio de haber nacido en Brasil o Argentina y que ha aportado un valor añadido que el fútbol no ha sabido reconocerle, es Onésimo Sánchez. Hizo del regate un arte y aquí se le tomó a broma.

 

Un equipo: El Real Valladolid.

 

Tres cualidades de un buen entrenador: Motivar, ilusionar y convencer. Y dentro de eso va incluido todo lo demás.

 

Una ilusión: Alcanzar un logro grande e interesante con el Rioseco.

 

Entrenar al Rioseco es… una estación en la que no pensaba yo bajarme en el tren que iba subido.

 

Defínase como entrenador: Un juvenil de 66 años con más ilusión que uno de 18.

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P.- ¿Por qué una respuesta tan rápida?
R.- No lo sé. Es como cuando conocías a una chica, te gustaba y decías que sí. Fue un auténtico flechazo. El Rioseco tiene unas instalaciones buenísimas, vi a Mario muy ilusionado y entusiasmado, Benito me parece una persona excelente y es un equipo muy joven. No tuve que pensarlo más. Lo que sí hice fue preguntar por David Martín y es la única condición que puse para venir es poder traer a una serie de personas de mi máxima confianza y tener a David como segundo entrenador. Vine con la ilusión de alguien que lleva sin comer arroz con leche dos años y le ponen delante una fuente. Para ser entrenador necesitas tener un equipo para que lo puedas demostrar, si no tienes el título de y nada más. El CD Rioseco ha recuperado mi ilusión.

P.- Una vez que dice que sí, ¿cómo afrontas el reto de ser entrenador de un equipo como el Rioseco?
R.-
Intentando aplicar la experiencia que tengo. Tomo como ejemplo el caso de la selección de Castilla y León que pasamos de ser un equipo que no ganaba nada a ser campeones de España y de Europa. Estos éxitos fueron la prueba de que es tan importante la calidad técnica de los jugadores como un buen grupo humano. Un club es un conjunto de cosas en el que cada uno tiene que hacer su función. Hay que saber dotar a cada jugador de ilusión y asignarle a cada uno su papel. Ese es el secreto. Que cada uno sepa su papel, no engañar nunca a nadie y hacer saber a cada jugador sus limitaciones y sus posibilidades.

P.- ¿Cómo fue la confección de la plantilla y del cuerpo técnico?
R.-
Mi idea es tener un cuerpo técnico de varias personas, para que cada uno abarque una faceta, un segmento de trabajo, porque un equipo de fútbol tiene muchas parcelas y hay que trabajarlas todas bien. Conmigo vino Ismael Valles, médico como yo y exfutbolista del Real Valladolid. Su función es ser mi ayudante directo y entrenador de porteros. Nos acoplamos como el vino y la gaseosa. Junto a él, David Martín, que estará por sus obligaciones a tiempo parcial, pero es un peón fundamental para nosotros porque nadie mejor que él conoce el Rioseco de ahora. Además, por su cualificación nos va a ayudar desde el punto de vista de la fisioterapia. De delegado va a estar Germán, que conoce mucho a los jugadores y la categoría. En cuanto a la plantilla, hemos equilibrado la banda izquierda. Para mí, es muy importante el trabajo con los juveniles. Voy a hacer lo mismo que yo quería que pasase con mi Juvenil del Real Valladolid.

yepes3P.- ¿Qué Rioseco busca para esta temporada?
R.-
Busco un Rioseco alegre en el juego, competitivo, con espíritu de lucha, capacidad de reacción, que nos metan tres y que terminemos atacando, que llame a la afición. En definitiva, que trate bien la pelota y que juegue al fútbol.

P.- ¿Cuál es el sello que marca en sus equipos?
R.-
A mí me ha gustado mucho siempre ser muy ordenado, que se note claramente cuáles son las líneas. Y que sean equipos de carácter ambicioso y ganador. Siempre les digo a los muchachos: “Salimos con la idea de ser campeones si luego quedamos séptimos, es porque ha habido seis mejores que nosotros”. Hay que buscar el nivel de mejora de cada uno y estimularlo. Ese es el secreto.

P.- ¿Es esa también su filosofía de fútbol?
R.-
Sí, esa es mi idea de fútbol. A la tabla siempre hay que mirarla arriba, hay que aspirar a lo de arriba. Si miras hacia abajo para no caerte, te acabas cayendo. De salida, la meta siempre tiene que estar en lo más alto, que ya se encargaran los contrarios y tus propias posibilidades de bajártela.

P.- ¿Cómo definiría a la plantilla?
R.-
Es un poco heterogénea. Hay jugadores de primer nivel y otros que se están jugando un hueco. Nuestra idea es ensanchar el campo todo lo que podamos para hacer sufrir al contrario. Podemos hacerlo porque contamos con buenos dribladores, que desbordan bien por fuera, con una defensa abierta, dos interiores con llegada y dos extremos que desbordan.

P.- ¿Cuáles son los puntos fuertes y los débiles?
R.-
En lo fuerte, lo primero haberme encontrado con tres o cuatro veteranos con un nivel de compromiso excepcional. Veo al equipo con muchas ganas y convencido de lo que se puede hacer. El más débil es la competitividad dentro del campo. No las ganas de competir, que las tienen. Nos falta un poco de agresividad en los partidos, algo que se subsanará con el avance de la temporada.

P.- ¿Cómo ve la categoría y los rivales?
R.-
Hay un aforismo en el fútbol que dice que lo que más te tiene que preocupar es aquello que tú puedes gestionar. Al futbolista hay que darle información del rival está claro, pero lo primero es preocuparnos por nosotros mismos. Tengo una planilla que me pasó Rafa Benítez, de un programa que diseñó él en Liverpool, que es con la que trabajamos.

yepes4P.- ¿Cuál es el objetivo de la temporada?
R.-
Estar lo más arriba posible cuando acabe. Estar siempre un peldaño por encima del que se empieza. Lo que no se puede es prometer que este año vamos a ascender, porque sería ridículo. Pero el Rioseco desde el minuto uno ha mirado hacia arriba y lo seguirá haciendo, luego el tiempo nos colocará donde nos coloque, pero nuestra ambición es estar arriba.

P.- Dejando a un lado la competición, ¿cómo son los entrenamientos?
R.-
Son dinámicos, para que nadie este parado, y divertidos. Deben ser cortos, pero intensos, entre una y dos horas, abarcar los aspectos tácticos, físicos, técnicos y específicos y atender a todos los jugadores. El entrenador es un aglutinador, no puede fraccionar, entrena una plantilla no un equipo. El balón tiene que estar presente en el 99,9% de los ejercicios. Los rondos de posesión son muy importantes. Todos los días realizamos acciones futbolísticas y fútbol dirigido, porque nos permite que un grupo entrene y el otro le ayude a entrenar. Todos los aspectos son importantes en un entrenamiento, no se pueden separar. El físico es fundamental porque es el que te permite estar en condiciones. El aspecto técnico porque es el que te permite ser mejor con el balón. El táctico porque si no te sabes situar bien, si no ocupas racionalmente el espacio, es un desastre.

P.- ¿Y el aspecto psicológico?
R.-
Ese es el que hace un equipo, sin él, tenemos un grupo. Para que un equipo no sea un grupo, tiene que haber un leitmotiv, una máxima. Y ese nexo es el aspecto psicológico. Y el psicólogo del grupo es el entrenador.

P.- ¿Cuál es la lección que le gustaría que quedase en el CD Rioseco siempre?
R.-
Que nadie es más ni menos que nadie hasta que no lo demuestra en el campo. Y para demostrarlo en el campo, hay un trabajo anterior que es el que te permite llegar al final, nada es por casualidad.

P.- Para terminar, ¿qué mensaje mandaría a la afición?
R.-
Que vengan a vernos, para que vean si lo que se dice aquí es cierto, si les ilusiona y si creen que les merece la pena ir al campo. Les aseguro que van a ver un equipo joven, alegre, ilusionado y con garra. Que al principio le costará más, pero que va a ir mejorando. Un equipo con la idea de manejar el balón porque con un campo con el que tenemos sería un crimen no hacerlo. Y también decirles que el Rioseco somos todos, sin los de fuera los de dentro no somos nadie.

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