El pasado sábado, festividad de la Asunción de la Virgen, cerca de un centenar de personas se reunieron frente a la iglesia de Santa María para participar en una oración-manifestación en la que, junto a un momento de silencio, se llevó a cabo una oración a la Virgen María en auxilio de todos los perseguidos, no solo por los católicos y cristianos en general, sino también por quienes profesan otras religiones, ideologías y forma de vida que no son respetados. El propio párroco, Juan Carlos Frailes, hizo un recuerdo de todas esas personas perseguidas y un llamamiento para que cese toda esa violencia. Durante toda la mañana estuvieron sonando las campanas de la iglesia de Santa María en señal de recuerdo.