Fieles a su calendario de actividades, alrededor de 55 miembros de la Asociación Amigos del Camino de Santiago de Ávila con su Presidenta a la cabeza, Raquel Martín, realizaron este pasado domingo día 20 de febrero el tramo de Camino de Santiago de Madrid desde Peñaflor de Hornija hasta Medina de Rioseco. Un total aproximado de 23 km amparados en todo momento por una formidable mañana, nubosa y con viento pero que no dejaron paso a la lluvia hasta bien entrada la tarde.
A las nueve de la mañana el autobús de peregrinos proveniente de Ávila capital arribó al pintoresco municipio de Peñaflor. Ya en su plaza y como manda la tradición se repartió aguardiente casero y pastas al objeto de que el cuerpo combata el frío de la mañana. No se demoró mucho la salida y el nutrido grupo, alegre y vivaz, desplegó sus primeros pasos por las adormecidas calles del pueblo.
El buen ritmo y sintonía del grupo hizo que los más de 9 kilómetros que nos separaban de Castromonte se hiciesen cortos y amenos, siempre al amparo de agradables conversaciones. Algunos integrantes aprovecharon para tomarse el primer café de la mañana y no pocos para acercarse a contemplar los exteriores de la iglesia de la Purísima Concepción.
A partir de aquí el grupo se fue estirando. La magnífica panorámica de divisar en el horizonte la larga hilera de peregrinos atravesando el páramo por sus caminos hacia Valverde será para muchos de nosotros unos de las estampas que de mayor belleza de esta jornada. La llegada a Valverde se realiza por un pronunciado descenso observando a vista de pájaro todo su conjunto urbano, en el que destaca su iglesia de Santa María. Las gentes del lugar nos reciben curiosas, sonrientes y muy cordiales a nuestras preguntas. Muchos de nosotros, sabedores de la proximidad de nuestra meta, optamos por realizar una parada técnica y compartir con ellos un agradable rato en el bar de la Plaza.
Otros, sin embargo, deseosos de conocer desde un principio los vestigios del inolvidable y célebre Tren Burra encaminan sus pasos hacia Medina de Rioseco, de la que nos separan escasos 6 kilómetros. El lujo de poder discurrir por esta vía de tren, una de las más queridas y recordadas por todos hace de este tramo fuese uno de los más comentados entre los peregrinos. El grupo todavía dispuso de tiempo y fuerzas para recorrer las calles de Medina lo que fue un fabuloso colofón del recorrido a pie. La comida en el Restaurante La Rua se encargó de aliviar con gran acierto el apetito y cansancio de todos nosotros.
Ya por la tarde, acompañados por el Comisario de los Caminos a Santiago, el riosecano Manuel Fuentes y por el Padre Jano tuvimos la oportunidad de visitar la Iglesia de Santa María de Mediavilla y la Iglesia de Santiago. Satisfechos por el deber cumplido, todos regresamos a nuestros hogares deseosos de retornar pronto a este Camino de Madrid y recorrer de nuevo estas tierras.