En este mes de Octubre se cumplen 155 años de la independencia de La Mudarra. Tal vez poca gente sepa que hasta entonces La Mudarra había sido un barrio de Medina de Rioseco.
El primer documento que atestigua esta pertenencia data de 1242 y también aparece como tal en el Libro Becerro de las Behetrías. El libro Becerro, encargado por Pedro I en 1351, dividió al territorio en 15 Merindades. La Merindad del Infantazgo de Valladolid, cuya cabeza era la localidad de Urueña, se extendía por el territorio de la actual provincia de Valladolid y el ella aparecían 64 núcleos principales; a éstos núcleos principales se hallaban agregadas 34 aldeas, de las cuales tres lo estaban a Medina de Rioseco: La Puebla (Término de Villabrágima), Otero de Berrueces (Término de Medina de Rioseco) y Villa Mudarra (La Mudarra).
Vayamos para atrás. Desde siempre, Medina de Rioseco se extendía por el sur hasta el límite con Villanubla y Valladolid y la mayor parte de esa extensión era un tupido monte del que hoy quedan algunos restos. El monte era, tal vez, la mayor fuente de recursos de la que se disponía y de su importancia da fe el nombramiento anual que hacía Rioseco de hasta dos comisarios.
La explotación y mantenimiento de estos montes (principalmente leña, caza y pastos) da origen a la aparición de pequeños agrupamientos de pastores y leñadores que se asientan en los valles existentes. Uno de esos agrupamientos da lugar al nacimiento del barrio de Villamudarra.
Con el paso del tiempo este asentamiento fue creciendo. Medina de Rioseco no hacía mucho caso a su barrio hasta que se dio cuenta de que podía sacar recursos de él. Estamos en 1690 y firma con los vecinos del barrio el llamado Foro que arrienda a los vecinos el término a cambio de una renta anual de veinte cargas de trigo en grano y el pago por cada vecino de una gallina y una jarra de agua.
Al cabo de unos cuantos años las relaciones entre Medina de Rioseco y sus administrados fueron siendo cada vez más tensas: desconfianzas, exigencias, litigios, y por ello, cuando en 1855 el ministro Madoz promulga la segunda desamortización, los vecinos solicitan la redención del Foro. El 6 de octubre de 1856 es aprobada y desde entonces La Mudarra pasa a ser un pueblo independiente aunque tenga que pagar 46.000 reales en diez años.
En 2006, La Mudarra conmemoró los 150 años con una serie de actos culturales y divulgativos, y donde los dos municipios firmaron un documento de colaboración y hermandad.