Este Ecce Homo, realizado en 1990 por el escultor zamorano Ricardo Flecha, nos muestra las formas rudas, descarnadas, sarmentosas, tan poco convencionales como propias de su autor. Dichas características suelen provocar inicialmente su fuerte impacto estético, incluso incomodidad. Sin embargo, su finalidad es manifestar los efectos dramáticos del tema representado para alcanzar nuestra sensibilidad y obligarnos, en última instancia, a la introspección y la reflexión interior sobre aquello que contemplamos.
Ecce Homo, he aquí el hombre. Esta es la enigmática expresión que pronunció Pilato al presentar a Cristo ante la multitud, flagelado y coronado de espinas, encarnando en su figura al siervo de Dios humillado que había sido profetizado por Isaías en el Libro de la consolación de Israel.
Ecce Homo. Ricardo Flecha Barrio.
1990. Madera policromada y hierro. 195x70x55 cm.
Colección particular. Madrid.